Durante años nos han dicho que “hacer dieta” es la forma de bajar de peso. Contar calorías, eliminar alimentos, dejar de comer después de cierta hora, pasar hambre o seguir reglas estrictas…
Y aunque a veces funciona a corto plazo, la realidad es que las dietas fallan en la mayoría de los casos.
Este artículo explica por qué las dietas no funcionan —especialmente en personas con sobrepeso u obesidad— y qué hacer en su lugar para lograr un cambio real, sostenible y amable con tu cuerpo.
La sed constante es una de las señales más comunes —y también más ignoradas— en las personas con diabetes. Muchas veces escuchamos frases como “por más agua que tomo, no se me quita la sed”, y esto no es algo que deba normalizarse. En realidad, es una alerta del cuerpo de que la glucosa en sangre no está bien controlada.
En este artículo te explicamos por qué ocurre, qué significa y qué puedes hacer para corregirla.
Muchas mujeres con diabetes —ya sea tipo 1, tipo 2 o gestacional— pueden tener embarazos completamente saludables. Lo importante es hacerlo con planificación, control médico y buenos hábitos antes y durante la gestación.
En este artículo te explicamos qué debes saber, los riesgos, los cuidados esenciales y cómo prepararte para vivir esta etapa con tranquilidad y seguridad.
Durante años hemos escuchado que el sobrepeso es sinónimo de mala salud. Sin embargo, la realidad es más compleja. La ciencia actual muestra que el peso corporal no siempre cuenta toda la historia sobre el bienestar de una persona. Entonces, ¿es posible tener sobrepeso y aun así estar sano? La respuesta es: depende.
Aunque dos alimentos puedan tener la misma cantidad de calorías, pueden afectar de manera muy diferente tu metabolismo, tus hormonas, tu apetito y tu energía.
En este artículo te explicamos por qué la calidad importa tanto como la cantidad cuando se trata de alimentarte bien y mantener un peso saludable.
Perder peso puede sentirse como un logro enorme. Pero mantenerlo, sin recuperarlo semanas o meses después, es el verdadero reto. El famoso efecto rebote ocurre cuando el cuerpo recupera el peso perdido (o más) tras una dieta o plan restrictivo. No es falta de voluntad: es una respuesta natural del cuerpo a los cambios bruscos.
En este artículo te contamos por qué ocurre, cómo prevenirlo y qué hábitos puedes adoptar para mantenerte estable sin sufrir.
¿Sientes que tu cuerpo va en cámara lenta? 😴 Tranquila, no estás sola.
El metabolismo puede volverse más perezoso con el paso del tiempo, el estrés o una mala alimentación.
Pero hay buenas noticias: puedes despertarlo con pequeños cambios que te harán sentir más viva, ligera y con energía todo el día.
Bajar grasa corporal no se trata de hacer dietas restrictivas ni pasar hambre. La clave está en crear hábitos sostenibles que ayuden al cuerpo a usar la grasa como fuente de energía, mantener la masa muscular y mejorar el metabolismo. Aquí te explicamos cómo hacerlo correctamente, con base en evidencia científica y principios de salud real.
Reducir los picos de glucosa, mejorar la sensibilidad a la insulina y sentirte con más energía sin necesidad de medicamentos, a través de cambios simples y sostenibles.
Muchas personas que viven con resistencia a la insulina, prediabetes o diabetes notan algo curioso: sus niveles de glucosa aumentan incluso cuando comen bien.
La explicación no siempre está en la comida, sino en algo más invisible pero igual de poderoso: el estrés emocional.